Fideicomisos en los que el fideicomitente aporta solo recursos líquidos (dinero) al patrimonio del fideicomiso para destinarlos a un fin cierto, posible y determinado. Puede ser simple, con una inversión en moneda nacional, en los portafolios de inversión de BIM. Estruturado, con recursos en casa de bolsa y bancos extranjeros, con un portafolio más amplio y completo de inversión.